¿Te ha pasado alguna vez que has preparado una deliciosa masa de hojaldre y no has tenido tiempo de utilizarla en el mismo día? No te preocupes, ¡se puede dejar el hojaldre de un día para otro y conservar su frescura!
Lo primero que debes hacer es envolver la masa de hojaldre en papel film o en una bolsa de plástico hermética. Asegúrate de que quede bien cerrado para evitar que entre aire y se seque.
A continuación, coloca la masa de hojaldre en el refrigerador. Es importante que no la dejes a temperatura ambiente, ya que esto puede hacer que se ablande y pierda su textura crujiente.
Si necesitas utilizar la masa de hojaldre al día siguiente, sácala del refrigerador unos 15 minutos antes de utilizarla. Esto permitirá que se atempere un poco y sea más fácil de trabajar.
Recuerda que la masa de hojaldre también se puede congelar si no la vas a utilizar en un plazo de tiempo más largo. En este caso, envuélvela en papel film y colócala en el congelador. Cuando necesites utilizarla, sácala del congelador y déjala descongelar en el refrigerador durante unas horas.
En resumen, se puede dejar el hojaldre de un día para otro siempre y cuando se envuelva bien y se guarde en el refrigerador. De esta manera, podrás conservar su frescura y disfrutar de un delicioso hojaldre recién hecho.